lunes, 3 de mayo de 2010

ESCUELA NORMAL SUPERIOR FEDERICO LLERAS ACOSTA.
RECTOR: VÍCTOR HUGO MARTÍNEZ HERRERA



Historia

La Escuela Normal Superior Federico Lleras Acosta, es una Institución de carácter oficial que nació como colegio académico en el año de 1963, en 1967 recibió el nombre de Colegio Comisaríal PEDRO MARIA CARREÑO, siendo rector LUIS CARLOS RIOS OTALORA, y los docentes SAMUEL GARAVITO, GILBERTO PULIDO MORENO, HERNANDO CUBILLOS RIVERA, HABACUC FIGUEREDO Y ANATOLIO CELEITA entre otros y se le dio apertura a los grados sexto de bachillerato, cuarto y quinto de primaria, con asistencia de internado para los alumnos de periferia y Venezolanos. En sus avances, mediante el convenio con el ICCE (Instituto Colombiano de Construcciones Escolares), se construyeron otras aulas dando cabida a la apertura del grado segundo de bachillerato. En 1968 se le cambio el nombre al colegio por el de Federico Lleras Acosta, en honor al padre del presidente de la republica de ese entonces. Se logro aprobación hasta el tercero de Bachillerato. En 1974 se le concedió Licencia de funcionamiento como Normal Superior, iniciándose con 16 estudiantes. En 1975 se le concede aprobación oficial según resolución No. 8460 del 13 de noviembre. En este mismo año sale la primaria promoción con el titulo de MAESTROS siendo ellos: ALBERTO MEJIA LOPEZ, RUBEN MEJIA LOPEZ, ELIAS HURTADO RIVERA, JUAN RODRIGUEZ, AURELIO MORA AZABACHE y FELIX RUIZ ANDRADE, todos ellos personas ampliamente conocidas por sus aportes a la región.
A partir de 1990 se dio inicio al proceso de reestructuración de la Escuela Normal. El 31 de diciembre de 1994 el Ministerio de educación nacional, reglamenta y da los lineamientos que regirán la Educación en Colombia. En el titulo 11, capitulo segundo, articulo 216, explica la reestructuración de las Escuelas Normales y resalta que el Gobierno Nacional determinará los procedimientos para reestructurar las escuelas Normales, que por necesidad del servicio educativo, puedan formar educadores al nivel de NORMALISTAS SUPERIORES. La Normal debe ofrecer, además de la educación básica, la educación media, un ciclo complementario de formación de docentes correspondientes a 2 años (12-13) que tendrá como énfasis un área del conocimiento aplicable a la educación básica primaria.
El 15 de junio de 1996, el Ministerio de Educación Nacional con la resolución 3059, de la aprobación para que la ESCUELA NORMAL SUPERIOR FEDERICO LLERAS ACOSTA inicie en forma su proceso de reestructuración.
Mediante el decreto 3012 del 19 de diciembre de 1997, se adoptan las disposiciones legales para la organización y funcionamiento de las Escuelas Normales Superiores. En este mismo año el gobernador ALVARO LONDOÑO ARISTIZABAL, firmó el convenio con la UPTC (Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia) para iniciar el proceso de reestructuración.
Durante 1998, el gobernador GILBERTO PULIDO PERDOMO, ejecuta el contrato financiero con la mencionada Universidad por CIENTO VEINTE MILLONES DE PESOS ($120.000.000.00).
En 1999, el mismo gobernador, bajo la coordinación de la secretaria de educación en cabeza de la licenciada MIGDALIA GISELA SOLORZANO y la responsabilidad de las profesoras de pedagogía de la institución: CLAUDIA PATRICIA RIVERA, LUZ ELSSY MORENO RODRIGUEZ, AURA TERESA SOSA LEON, MARIA STHER PORTILLA LEAL, dan inicio a la construcción del documento de acreditación previa que sería enviado posteriormente al MEN para otorgar dicha acreditación.
Mediante resolución 2036 de septiembre 2 de 1999, se concede acreditación previa a la institución por el termino de 4 años pasando a ser Escuela Normal Superior Federico Lleras Acosta, dicha resolución fue acompañada del concepto final de acreditación previa emitido por el CAENS, (Consejo de Acreditación de las Escuela Normales Superiores), de agosto 18 de 1999.
A partir de esta fecha la UPTC, ha proporcionando las directrices y lineamientos para que docentes y toda la comunidad educativa de la Escuela Normal Superior Federico Lleras Acosta, adelanten las actividades necesarias para acceder a la Acreditación de calidad que será otorgada por el Ministerio de Educación Nacional en septiembre de 2003.
Egresado de la Normal Nacional Normal Nacional de Ibagué con de Ibagué con de Ibagué con el título de MAESTRO en el MAESTRO en el MAESTRO en el año de 1.972
Licenciado en Física y Matemáticas la Universidad de Pamplona en El año 1.981 Especialista de la Universidad Especialista de la Universidad pedagógica y tecnológica de Tunja en el año1996.
Rector del colegio Camilo torres de santa rosalia1983-1985.
Rector de la institución educativa Eduardo carranza2005- 2007. Mas de 25 años de experiencia.

VISION

Ser la futura Universidad Pedagógica del Departamento del Vichada con excelencia académica y proyección social.

MISION

Formar al futuro maestro para el nivel de preescolar, básica primaria, con énfasis en humanidades, lengua castellana e idioma extranjero.

Ser la futura Universidad Pedagógica del Departamento del Vichada con excelencia académica y proyección social.

Ser la futura Universidad Pedagógica del Departamento del Vichada con excelencia académica y proyección social.


CUALIDADES DEL NORMALISTA SUPERIOR


Un MAESTRO o MAESTRA que muestre, todas aquellas características que nuestro medio social necesita.
Con una profunda formación humanista, conocedor de la realidad social, un desarrollado espíritu crítico y una amplia formación en valores.
Respetuoso de los principios religiosos, políticos, filosóficos de los demás, en una palabra; un ser democrático.
Un maestro capaz de construir la relación productiva entre la escuela y la comunidad.
Formado en los dos grandes dominios que asignamos a la formación de un maestro: el saber pedagógico y los saberes que enseña. Con disciplina de estudio, una amplia formación en filosofía, epistemológica e investigación que le permita caracterizarse como un profesional estudioso, testimonio de formación autodidáctica y productor de conocimiento.
Que sea pedagogo. Esto implica conocer los principios históricos y teóricos que sustentan la pedagogía, como ciencia de la educación y aplicarlos dentro y fuera de la escuela, siendo ante todo un innovador del aprendizaje.
Que sea humilde en el saber. Que no crea que todo lo sabe. Que crea que puede aprender de los comportamientos de sus alumnos. Ser capaz de presentar excusas cuando se equivoca.
(Esto no descarta, ni pretende negar que el maestro deba ser orgullo de lo que sabe y orgulloso de lo que sabe y orgulloso de ostentar la profesión de maestro).
De mentalidad flexible. Capaz de adaptarse a todo y todos. Que pueda reconsiderar y modificar su forma de proceder, cuando perciba por medios propios o ajenos, que sus órdenes, sus tareas son inadecuadas, improductivas o excesivas.
Lector Incansable. Un maestro no podrá despertar la alegría y la motivación por la lectura, si no lee o si no puede disfrutar del placer de leer. El hábito de leer ha sido considerado como otra muestra de superación permanente.
Que sienta y viva la alegría de trabajar como maestro.
Un maestro integral que tenga en cuenta sus aspiraciones, su unidad física y espiritual, su individualidad y su sociabilidad.
Un maestro que comprenda que la moral, la ética y la axiología, constituyen el proceso de humanización del individuo y que son etapas de ese proceso que permanecen, se interrelacionan y constituyen el sistema valorativo del ser humano.
Un maestro que estimule el juicio crítico y el respeto frente a los distintos puntos de vista, que desarrolle una personalidad participativa y una conciencia democrática capaz de aceptar el conflicto.
Un maestro que sea el modelo con el cual el niño se identifique y aprenda de él sus valores, la pedagogía y la ciencia.
Un maestro respetuoso de la Constitución, estudioso y crítico de la ley; cooperador de la conservación del estado social de derecho; respetuoso de los derechos ajenos y que haga buen uso de los propios; solidario y humanitario en todos los casos en que se pongan en peligro la vida y la salud de las personas, que difunda y defienda los derechos humanos.
Un maestro que participe con claridad y libertad en las actividades políticas, civiles, cívicas y comunitarias: que proteja, defienda y ayude a conservar el patrimonio cultural y natural del país.
Formar un Maestro – investigador capaz de hacer de sus pequeñas o grandes experiencias un objeto de investigación, bien sea dentro o fuera del aula.
Un maestro conocedor de la disciplina que enseña, de su historia, capaz de relacionarla con la demás y fundamentarla epistemológica mente.
Que sepa a quien enseña, es decir, conocedor del estado evolutivo del pensamiento de sus alumnos y del contexto familiar y cultural de los mismos. Con una profunda vocación profesional que le permita asimilar los alcances y significados de la labor docente, es decir que la tenga como un proyecto de vida.

Perfil del Normalista Superior

Con profunda formación humanista, investigativa, ética y pedagógica.
Respetuoso de los principios religiosos, filosóficos, un ser democrático.
Maestro capaz de construir la relación productiva dentro de la Escuela y la comunidad.
Lector incansable, que estimule el juicio crítico y el respeto por los demás, por su entorno; un maestro que sea el modelo con el cual el niño se identifique.
Protector, que defienda y ayude a conservar el patrimonio cultural y natural del país.
Investigador que sea promotor de cambios e innovaciones. Con profunda vocación profesional que le permita asimilar los alcances y significados de la labor docente, es decir que la tenga como proyecto de vida.
Persona que en sus actuaciones sea honrado, respetuoso de las diferencias, líder en su comunidad, sincero y leal consigo mismo y los demás.

ORIENTACIÓN DEL PEI

En los actuales momentos, se considera que la sociedad está movida por cambios sustanciales, marcados por la postmodernidad, que generan al mismo tiempo trasformaciones en las estructuras sociales y humanas. Es por este motivo que no se pueden dejar de lado las implicaciones que tiene para los nuevos procesos educativos estas transformaciones, sobre todo cuando se reconoce que a nivel constitucional se está propiciando un país cambiante de manera sustancial, tanto en el campo político y administrativo con en lo ecónomo, cultural y sobre todo en lo educativo.
Un cambio a nivel educativo debe partir de la persona como actor principal e su proceso y, en el debe reconocer elementos de tipo antropológico, epistemológicos, culturales, sociales y legales. Solo así se puede concebir el PEI. Como un “proceso permanente de desarrollo humano e institucional, asumido como una investigación y construcción colectiva del ser y quehacer de la comunidad educativa.

1 comentario:

  1. Muy bien señor Víctor Hugo me place tener un padre exitoso y realizado en el aspecto intelectual.

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